En un entorno donde la atención es fugaz y la competencia visual es feroz, los demostands se han convertido en una herramienta clave para destacar en puntos de venta, expos y eventos. Más que estructuras temporales, hoy los demostands son experiencias portátiles de marca.
A continuación, te compartimos las principales tendencias en diseño, materiales y funcionalidad para crear demostands memorables y efectivos.
La movilidad y la adaptabilidad son prioridad. Los demostands actuales se diseñan con sistemas modulares que permiten adaptarse a diferentes espacios y necesidades, facilitando el transporte y el montaje sin sacrificar impacto visual.
Menos elementos, más fuerza. Las marcas están apostando por diseños limpios y mensajes directos, con tipografías grandes y pocos colores, para comunicar rápido y con intención.
Pantallas táctiles, códigos QR, iluminación LED e incluso experiencias con realidad aumentada ya están presentes en demostands que buscan interactuar y sorprender al visitante, generando conexión inmediata.
El compromiso ambiental también se refleja en estos espacios. Se buscan materiales como PVC reciclado, cartón estructurado, telas reusables y tintas ecológicas, sin perder calidad ni diseño.
El gran formato sigue siendo protagonista: fondos impresos en alta resolución, acabados especiales como UV texturizado o barnices metálicos, y gráficas personalizadas que refuerzan el branding con fuerza y estilo.
Ya no se trata solo de ver. Muchos demostands incorporan texturas, aromas, sonido ambiente y elementos táctiles que involucran al usuario y lo hacen recordar la experiencia.
Los demostands de hoy son más que puntos de exhibición: son espacios de conexión emocional, diseñados para contar historias, reforzar la identidad de marca y convertir miradas en decisiones de compra.